Emprender con sostenibilidad

Historia y fotorgrafías por Ingrid Hernández

¿Qué viene ahora?

Ingrid es una joven enfermera y fue justo después de su graduación que se preguntó ¿Qué viene ahora? Un empleo, seguro que sí; sin embargo, ella sentía que no era solo eso debía haber algo más. Entonces se involucró en talleres de apicultura y emprendimiento por medio de una Asociación Cooperativa, claramente era algo desconocido para ella y a la vez amigable con los recursos naturales que le rodeanban.

Al inicio ella confiesa que tenía miedo al ver tantas abejas juntas, pero las observó a profundidad y encontró una forma de trabajar muy peculiar por ejemplo, hay grupos de abejas destinada a trabajos específicos ir por agua, polen o cuidar, si alguna regresa sin nada no la dejan entrar, además la forma en como se organizan para construir el panal. El aprendizaje continuó y al finalizar el año ya sabía el manejo y mantenimiento de una colmena, a los dos años se dio una oportunidad en la Escuela Nacional de Agricultura con el diplomado de Manejo y Reproducción de Apiarios.

Al tiempo comenzó a trabajar como enfermera que era una pasión diferente por las abejas y la naturaleza, muchas veces cuando teníamos ferias salía su trabajo a exponer o comercializar la miel en otras ocasiones a presenciar talleres y luego volver al trabajo cuidando pacientes, el sentir de una emprendedora era muy satisfactorio, aunque tenía sus dificultades no se ven los frutos hasta que pasa cierto tiempo pero no se detenía, al contrario el sueño con cada taller que recibía solo crecía.

Un trabajo para personas que creen en la sostenibilidad

Conoció muchos apicultores y algunos decían que trabajar con colmenas era trabajo para hombres, otros decían que era trabajo para adultos ya que la gran mayoría eran señores que pasaban de 40 años y eso más la motivo a seguir adelante, ya que creo que la sostenibilidad es un trabajo de toda la humanidad. En el mismo momento aparecían oportunidades de formación no solo en apicultura sino también en Organizaciones de mujeres, emprendedores y jóvenes. Cuando ella exponía que era enfermera le hacían la pregunta ¿qué hacía en el área de apicultura? Y ella misma se lo preguntaba, había descubierto que le fascinaba conocer no solo con abejas sino con la agricultura y la salud de las personas a fin de generar productos orgánicos para cuidar la salud de todas las personas y formar jóvenes en temas de apicultura.

Innovando y aprendiendo

En febrero del 2019 en familia tienen la idea de ponerle nombre al emprendimiento llegando al acuerdo de nombrarlo «las abejas de mi pueblo» y además diversificar la producción iniciando con la miel, el polen, propóleos, apitoxina, cera y una línea de cosmética natural con 17 productos para el cuidado de la piel y fortalecimiento del sistema inmunológico; por lo que tuvieron que tomar cursos de jabonería posteriormente un diplomado en Apiterapia.

Para más detalles ver el sitio web: https://www.facebook.com/Las-abejas-de-mi-pueblo-1010024285874799/?epa=SEARCH_BOX

La relación ser vivo/naturaleza es enorme solo me cambio de cancha para trabajar con amor, calidad y calidez.

 

Editado por Mari Martinez Acevedo